Provincia
Mexicana de la Compañía de Jesús
“La
guerra es una derrota de la humanidad”
Al pueblo y al gobierno de México:
Fieles a nuestro compromiso de ser “servidores de la misión de Cristo”, y en esta coyuntura crítica en que es posible el inicio de una guerra con efectos devastadores, queremos reafirmar como Orden religiosa nuestra oposición a la guerra contra Irak y nuestra determinación de trabajar a favor de la paz anclada firmemente en la justicia. Así mismo, deseamos exponer las razones principales que se oponen a la una guerra contra Irak
La “doctrina”
de una guerra preventiva no
está de acuerdo con la doctrina y el derecho de la onu,
ni es moralmente sostenible. La aplicación de esta doctrina abriría
las puertas a una guerra infinita, a “una guerra sin fin”.
En lugar de traer
una paz duradera a la región del Medio Oriente, una guerra contra Irak
aumentaría las tensiones entre musulmanes, cristianos y judíos, dando
al traste con las semillas de diálogo entre estos grupos.
La determinación
de incurrir en masivos gastos militares, que destruyen la vida, está en
marcado contraste con la falta de interés por promover con igual decisión,
el desarrollo sostenible para todos. Esta realidad nos lleva a pensar
que los verdaderos motivos de la guerra contra Irak tienen más que ver
con móviles económicos que con razones de seguridad.
En el orden político
global que está naciendo, el que líderes de unos pocos países
indus-trializados se hayan propuesto tomar unilateralmente decisiones
que afectan a la vida de los pueblos de todos los continentes, afecta
gravemente el derecho internacional y debilita los organismos
multilaterales tan pacientemente construidos por la humanidad entera.
La experiencia nos ha enseñado que los pobres son siempre las víctimas principales de la violencia y de la guerra. Como jesuitas, somos “amigos del Señor”, y esto significa ser “amigos de los pobres y marginados” y que no podemos volvernos de lado cuando nuestros amigos están en necesidad, especialmente las mujeres y los niños. Desde su perspectiva no se puede justificar la guerra.
Estas son las razones por las cuales nuestros esfuerzos a favor de la paz adquieren una apremiante urgencia y por las cuales respaldamos los esfuerzos de las organizaciones sociales en contra de la guerra y la actual política del Gobierno de México en el seno del Consejo de Seguridad de la onu. Nos pronunciamos, en consecuencia, por continuar manteniendo el principio constitucional de procurar la resolución pacífica de los conflictos en materia de política exterior.
En un reciente discurso al cuerpo diplomático, el Papa Juan Pablo II proclamó enfáticamente que la “guerra nunca es una simple fatalidad, es siempre una derrota de la humanidad”. Estas palabras, como nunca, nos convocan a unirnos con tantas hermanas y hermanos que luchan por un mundo donde la verdadera paz pueda convertirse en una victoria para la humanidad.
Provincia
Mexicana de la Compañía de Jesús
Dr. Juan Luis Orozco Hernández, sj
Provincial