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Cuatro
entregas más suma Acequias a su catálogo en este 2002 que está a punto de
cerrar. Son cuatro números de consolidación, ejemplares donde nuestra
revista ha querido reafirmar su vocación de conducto para las ideas, de
caja resonante para el pensamiento. Fiel a su propósito, identificada
con las mejores causas de la Universidad que le da auspicio, Acequias
continúa su labor en esta salida con un cuadro amplio de colaboraciones
inscritas nuevamente en diversas disciplinas y diversos géneros. Suena
lógico hacerse aquí, pues, una pregunta que está implícita en la
pluralidad buscada por nuestra revista: ¿De dónde parte la variedad de
las colaboraciones?
La
respuesta podemos encontrarla en los Documentos
rectores de la Universidad Iberoamericana Torreón; dentro
del ámbito universitario, las libertades que más pesan en el hacer de
quienes nos vinculamos a la Ibero en general, y en particular a esta
revista, son:
-
La
libertad de pensamiento,
por la que el hombre afirma sus juicios con certeza fundamentándose
en la evidencia que él mismo capta.
-
La
libertad académica,
por la que la búsqueda de la verdad se rige sólo por los criterios
propios de cada disciplina del saber.
-
La
libertad de conciencia,
por la que el sujeto dirige sus actos morales aplicando los valores
que juzga mejores para sí.
-
La
libertad religiosa,
por la que el sujeto se adhiere a los valores que juzga como
trascendentes y absolutos (UIA
Torreón, 2002, p. 54).
Acequias
se oxigena entonces en ese pequeño pero significativo apartado de los Documentos
rectores. La libertad de pensamiento, de acción académica,
de conciencia y de credo son el cimiento que ha permitido edificar una
revista donde el impulso de la escritura creativa y crítica ha hallado
cabida, difusión y respeto.
Jaime
Muñoz Vargas
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